Somos un poco frikis. Quienes nos conocen, lo saben bien. Si pensáis en una de las carreras más frikis que se pueden estudiar, seguramente penséis en la que él ha estudiado. Y, en mi caso, el primer día de universidad el decano de la facultad ya nos dijo que en esa profesión teníamos que ser frikis de algo muy concreto si queríamos destacar. Además de eso, tenemos fijación mutua por las escape rooms y si venís a nuestra casa, veréis un puzzle de 2.000 piezas a medio montar encima de la mesa del comedor y nos tocará cenar en la cocina. Qué le vamos a hacer.
La verdad, es que esto de ser friki me gusta, le da más emoción a la vida y me está permitiendo conocer otra cara del prisma de mi marido. Por ejemplo, hace unas semanas nos entró el gusanillo de ver Harry Potter, y ahí que nos montamos un maratón de películas que duró dos semanas porque las obligaciones nos impedían hacerlo como tocaba. Y me encantó ¿sabéis por qué? porque yo no había conocido la faceta friki de Harry Potter de mi marido, porque cuando él devoraba los libros siendo pequeño, Dios no lo había puesto aún en mi camino. Así, viendo cómo se emocionaba en cada escena, pude ver un poco cómo era él de pequeño, pude adentrarme por un momento en su infancia y adolescencia.

Y es que, los matrimonios tenemos que ser frikis, al menos, de una cosa. Frikis de nuestra pareja. Tenemos que llegar a ser (casi) los que más los conozcamos (porque contra Dios no se puede competir). Vamos a ser los que los veamos con todas sus facetas, con las alegrías, las tristezas, las emociones, los desengaños, la enfermedad… y tenemos que tener en la mochila buenos recursos para poder apoyarlos en cada momento. Y esto conlleva trabajo y tiempo.
No es algo llevado por la inercia, no es algo que se da por supuesto ¡cuántos matrimonios después de muchos años juntos no se conocen! Por suerte, llevamos parte de los deberes hechos en el noviazgo, ¡pero queda muchísimo trabajo! Implica pararse a estudiar y observar con detenimiento a nuestra pareja. Aprender lo que le gusta y conocer aquello que no, a veces con la metodología de acierto error, y con mucho sentido del humor.
Nosotros acabamos de empezar y debo decir que no es tarea sencilla porque cada uno tiene un modus operandi y a veces choca con el nuestro porque lo vemos carente de sentido (aunque sea el modo de guardar la ropa). Sin embargo, es un tiempo bonito de conocernos hasta en las facetas más absurdas (como por ejemplo, cómo le gusta colocar el papel higiénico), y llegar a un acuerdo, llegar a compenetrarnos hasta en lo más simple y rudimentario.
Me encantaría, al final de nuestra vida, a las puertas del Cielo, poder decir que tenemos un doctorado en nuestro marido o mujer
¡y además Cum Laude!
También somos un poquillo frikis de las cosas de Dios, y muestra de ello es este blog y otros proyectos de evangelización que nos traemos entre las manos. Sin embargo, más que ‘friki’, lo vemos como una cuestión de necesidad, como una vocación a la que nos sentimos llamados y que llevamos adelante con la ayuda del Espíritu Santo.
Podríamos haber escrito un blog sobre otros muchos temas que nos interesan y nos gustan. Sin embargo, sentimos que lo que gratis habíamos recibido, teníamos que darlo gratis. Y ciertamente, vemos que son muchos los frutos que esta misión da. Aunque sea minúscula en la inmensidad de la red, aunque no seamos ‘influencers’. Tenemos el privilegio de ver en vuestras vidas, a través de vuestro testimonio, cuando nos escribís, cómo obra Dios ¡y eso no lo pagan ni diez mil seguidores ni nada!
Así que felizmente seguimos en esta misión, hasta que Dios quiera (y nosotros, en nuestra libertad, le dejemos).
Una nueva forma de explicar nuestro caminar diario y después de tantos años es la palabra friki.
Me encanta, porque me recuerda a un hermano de mi comunidad que estuvo muchos años con nosotros y que en los últimos años me dejó mucha huella y la verdad es que siempre lo consideré muy friki.
Me alegra este artículo porque realmente puedo dar gracias a Dios de todo lo friki que me ha puesto en la vida.
Ese hermano es un friki adorable 😉
Yo admiro el ‘frikismo’ de los matrimonios que después de tantos años se conocen tanto!
Nosotros estamos empezando 🙂
Genial!! Me ha encantado! Toda la razón!!
Nos alegramos, muchas gracias!! 🙂