¿Cuántas sonrisas crees que caben en un tarro? Según B. una buena amiga nuestra -y autora de nuestro logo y fotos- pueden caber muchísimas ¡y lo ha logrado! ¿Cómo? Ahora lo sabréis con nuestro primer post de regalo DIY (do it yourself).

Tarro Random
Unos días antes de abandonar mi hogar e irme a 400km para estudiar, B. me regaló algo súper especial para que metiera en la maleta, un ‘tarro random‘, que todos los días me saca una sonrisa.
La mecánica es muy simple, se trata de un bote de vidrio pintado que contiene en su interior muchas sorpresas y que puedes personalizar a tu antojo. A continuación apuntamos lo que necesitas para hacerlo y algunas ideas de lo que puede contener, siguiendo el modelo del que B. me regaló, aunque como su nombre indica, es ‘random’, aleatorio.
- Bote de vidrio (o caja de cartón, o de plástico… cualquier recipiente sirve en verdad)
- Pintura apta (según el material, puedes decorar como quieras). En el caso del tarro de B. utilizó pintura con efecto tiza, en mate y en tonos pastel, que además de quedar precioso, está muy de moda.
- La tapa del bote (B. utilizó pintura en spray brillante que contrasta con el tono pastel para pintarla).
- Caramelos (para endulzar días más amargos o porque te apetece y punto) B. puso unos caramelos que se llaman pikotas y que están riquísimos ¡pero ojo con las caries!
- Confetti, B. metió confetti que tiene de colores pastel, cuadrado y muy pequeñito que le da color al interior del tarro
- Rotulador permanente, para escribir o dibujar lo que quieras fuera del tarro
- Papelitos enrollados con mensajes de todo tipo, por ejemplo:
- Fotos impresas
- Citas de la Biblia que creas que puedan ayudar a esa persona
- Ideas tipo: desayuna algo rico, ve de compras, ponte ese vestido que nunca te pones, atrévete con algo nuevo en la peluquería
- Frases de canciones que tengáis en común
- Alguna anécdota juntos
- Frase motivadora de estas que se llevan ahora
- Películas recomendadas pendientes
- Libros recomendados
Como veis, es un detalle muy sencillo que podéis regalar para cualquier ocasión especial o porque sí, porque cualquier ocasión es buena para demostrar a tus seres queridos que te acuerdas de ellos. Aunque es un regalo muy económico, la inversión que se hace es de tiempo, ya que para llenar ese tarro hay que echar muchas horas y mucha imaginación. De hecho, yo llevo abriendo papelitos desde octubre ¡y todavía me quedan!
¿Qué os parece esta idea? ¿Habéis hecho algo parecido alguna vez? ¿Qué otros papelitos incluiríais? ¡Podéis comentar y contárnoslo!