Durante la semana santa se celebran las fiestas más importantes para todos los católicos. Y es tan grande esta celebración que, a pesar de que sólo el 13.7% de España se declara practicante1, los diferentes eventos, como las procesiones y las representaciones, atraen a millones de personas. Pero ¿por qué es tan importante esta semana y hay tanta celebración en ella?
El jueves santo y la última cena
La última cena de Jesús no fue una cena con amigos ni una despedida, fue la celebración de la Pascua Judía en la que Dios pasa a salvar a su pueblo Israel. Pero él, en su transcurso, cambió varias cosas dándole a esta Pascua su significado real: Dios pasa para salvar al hombre de la muerte, entregando su vida para perdón de sus culpas, y abriéndole la posibilidad a todo el que quiera de vivir para siempre desde ya. Y esto lo empieza de la forma más humilde posible: lavándole los pies a sus discípulos y poniéndose a su servicio.
Si quieres saber más de la última cena te invitamos a leer el artículo «La Última Cena» del Curso Católico.

Semana Santa
El viernes santo y la adoración de la cruz
La cruz representa, como instrumento de tortura y muerte, todo el sufrimiento y la muerte que cada uno de nosotros sufrimos, bien sea por nuestros propios errores, los de los demás, u otras causas como la enfermedad y la muerte natural. Pues bien, este día celebramos que Dios ha vencido todo eso y nos ha abierto el camino a la vida eterna. Él ha sido herido por nuestras rebeldías, molido por nuestras culpas. Él soportó el castigo que nos trae la paz, y con sus cardenales hemos sido curados (Isaías 53, 5). Por eso, quien sufra, no tema, pues si uno lo quiere -pues Dios deja libertad de aceptar o no este don- el final de la historia ya está escrito… ¡Es la resurrección y la vida!
El sábado santo y la Pascua
El sábado santo celebramos la Pascua, en la que se proclama toda la historia de Salvación de Dios con el hombre en general, y con cada uno de nosotros en particular. Y se vuelve a hacer presente el sacrificio de Jesús en la cruz, que se entrega para pagar el precio que la justicia exige por nuestras culpas, y su resurrección, que nos abre el camino a a vivir en mayúsculas y para siempre. ¡El esplendor del rey destruyó las tinieblas del mundo2! Personalmente me encanta el pregón pascual, que hace un resumen de todo lo que se celebra esa noche en un hermoso canto.
Si quieres escuchar el pregón Pascual te recomendamos este video de YouTube.
El domingo de Resurrección
La Pascua termina con alegría y agradecimiento por los dones recibidos la madrugada del domingo. Bueno, hoy en día en muchos sitios ya no, por la asistencia de personas mayores; pero en otros esta tradición aún se conserva y los cristianos pasan toda la noche en vela acabando la pascua al alba… ¡En un nuevo día! Como un día, pasaremos por la noche de la muerte para amanecer en la vida eterna. Y como en muchas vivencias de la vida, pasamos por verdaderas noches en las que, sin embargo, los cristianos vemos a Dios presente que nos permite vivir esas noches en paz y nos salva de ellas.
Resumido todo esto, solo queda mencionar que para vivir esta semana santa bien es importante no olvidarse de los signos y pequeños detalles que nos permiten entrar en estas fiestas mejor. Así pues, asistir a procesiones, representaciones, y otros actos similares nos ayudan a ver con nuestros ojos una figura de todo esto. Confesarse lunes, martes, o miércoles nos prepara con el corazón bien dispuesto para estas fiestas. Ayunar desde la adoración de la cruz hasta la pascua nos permite sentir en nuestro cuerpo un muy pequeño sufrimiento, en comparación con los que sufren otras personas, pero que nos ayuda a vernos necesitados de que Dios pase a salvarnos. Quitar las distracciones, vicios, trabajos, y otras cosas al menos desde la celebración del jueves santo hasta el domingo, nos ayuda a centrar nuestra atención. Y asistir y prestar atención en todas las celebraciones nos ayuda a, paso a paso, recorrer en figura el camino que hizo Jesús por amor a nosotros.
Así queremos vivir ella y él esta Pascua para encontrarnos con Él, y así os invitamos a todos a vivirla.
Nota 1 – El 69,3% de España se declara católica, pero sólo el 13.7% practicante. Encuesta a fecha 2015 del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
Nota 2 – «El esplendor del rey destruyó las tinieblas del mundo.» Fragmento del Pregón Pascual, en su traducción al español.