Hoy me gustaría traer a colación este vídeo -click sobre la imagen para verlo- que han hecho desde Catholic Stuff, y el tema que trata: la pereza. Esa gran amiga y conocida nuestra (yo tengo, por desgracia, una laaarga amistad con ella) que nos tienta todos los días con pensamientos sencillos pero potentes como…
- ¿Para qué levantarte por la mañana rezando? duerme quince minutitos más que total…
- ¿Ahora te vas a poner a leer o formarte en la fe?… si tú ya lo sabes todo, ¡mejor duerme un ratito!
- Después de todo el día trabajando te mereces un descanso: dale a la tele, al sofá y a la cervecita…
- ¿Estudiar? nada, si aún queda muucho tiempo… ¡mucho mejor ver esa serie de moda del tirón!
- ¿Proyectos para evangelizar? ¿Colaborar en la parroquia? si ya vas a misa, ¡gracias te deberían dar!
- ¿Jugar con los niños, ahora que llegas taan cansado de trabajar? Mejor dales la tablet y que ella les críe
- ¿Hacer lo que debo de hacer? Sí, pero después de ver las últimas noticias y el instagram
Estas son situaciones típicas, en las que yo mismo me identifico más de una vez. Y hoy es un buen día, no para justificarlas, restarles importancia o decir «bah solo pasa de vez en cuando»; sino para ser conscientes de un pecado que nos impide ser como Cristo es, por pura inacción. Y ya se sabe, para que el mal triunfe, sólo se necesita que los hombres buenos no hagan nada (Edmund Burke). Seamos diligentes en todo, en especial cumplir nuestras obligaciones y en las obras de Fe y caridad que agradan a Dios, no sea que llegue de improviso y os encuentre dormidos (Marcos 13, 36). Y esto me lo he de aplicar a mí primero, por supuesto, y a nuestro matrimonio (con ella) en segundo lugar. De hecho, esta sería nuestra reflexión al respecto…
- Nos cuesta hacer laudes por la mañana sin despegarnos de la cama.
- Se nos acumulan las tareas del hogar hasta que ya se deben hacer sí o sí.
- Lo de leer, aunque lo hacemos, no lo llevamos tan bien como querríamos.
- Los proyectos de evangelización van poco a poco.
- Los estudios van muy poco a poco.
- Gracias a Dios televisión no tenemos.
- El parking de móviles hemos de usarlo más y emplear el tiempo en los puntos anteriores.
Así que, en oración -que más importante que la acción-, ahora es el tiempo propicio de dejar que Cristo lo cambie todo, aunque suponga de nosotros -no hay que dudarlo- un esfuerzo.