Es a la vez una alegría y una inspiración conocer -y esta vez muy de cerca- a parejas que en estos tiempos que corren saben valorar la esencia y belleza del matrimonio cristiano y apuestan fuertemente por él.
En verdad, hacer una boda con las restricciones COVID actuales (uso de mascarillas poco estéticas, distancia de seguridad, aforo en iglesia al 30%, un banquete con solo 15 personas, reuniones de amigos previas de máximo 6 personas, etc) es una locura. Pero una locura pequeña en comparación con la gran locura de ser un matrimonio cristiano hoy en día: un matrimonio abierto a la vida, fiel, y que dure para siempre. Eso sí que es una verdadera locura, y de las grandes.
¿Por qué os cuento esto? Porque la hermana de ella se ha casado recientemente, y ha sido para todos los que hemos vivido la boda un verdadero testimonio de valentía y de fe.
¿Cómo fue la boda? El día de antes, el novio y cinco amigos fueron a rondar a la novia (algo muy típico de esta zona) desde la calle (mientras la novia y algunas pocas amigas estaban en su casa). Respetando las medidas de reunión social, una sorpresa inesperada. La celebración preciosa, en una gran Iglesia con un tercio de aforo, con distancia y mascarilla; y una emisión en streaming para los que no podían estar. El banquete íntimo y precioso, con el límite de aforo de 15 personas en mesas muy separadas, coronado con un vídeo de felicitación para hacer presente a todas las personas que no pudieron acompañarles en ese momento. Y luego una luna de miel ‘local’, por el cierre perimetral de la zona.
Quizás a algunos les parezcan muchas renuncias para una boda, y es verdad. Sin embargo, renunciar es lo mismo que elegir. Y ellos han elegido el matrimonio renunciando -por el bien de todas las personas a las que quieren- a la pompa de la fiesta. Han elegido a Dios sobre sus planes y proyectos. El amor sobre todo lo demás. Y como una vez le dijo Jesús a María: ellos han elegido la parte mejor, y no les será quitada.
Desde este pequeño rincón de internet les deseamos un feliz matrimonio en Cristo, y os pedimos a todos una oración por ellos, para que empiecen de la mejor forma posible.
